Otras Obras
La obra narra la historia de un boxeador con la ilusión del sueño latinoamericano en La Gran Manzana, el juego de un triunfo mediáticamente vendido a los países tercermundistas, la figura arquetípica de una fuerza latinoamericana que no ha servido para nada, un retrato del latino contemporáneo que involuntariamente se convierte en el coloso de una esperanza que cayó en la marginalidad y el olvido a causa del consumo.
Solietad, como estado de existencia ingrávido, como resguardo de lo etéreo, lugar de ausencia que nos refiere el vacío de la vida, el abandono, los sueños que pierden las alas y los recuerdos que mueren con el tiempo. Ella, Alejandra, la pequeña niña, bien lo sabe, bien lo siente, mientras la rabia revienta sus poros por la angustia que le produce la distancia con su soñador abuelo, quien desvencijado de su realidad es llevado a un asilo por mano de la madre de Alejandra.
Cada Vez más Tarde muestra una ciudad como mosaico de imágenes que palpitan en el acontecer diario de sus habitantes y de los que van de paso. En este acontecimiento se traza un correlato que surge de la voz de Ella, una mujer, que llegando a una pequeña ciudad en busca de Él, nos narra una aventura de soledad por la que viajan recuerdos, anhelos, cartas, palabras y sueños, mezclados con la descripción íntima de las historias que en su camino encuentra y que se centran en la vida cotidiana de una familia común en cuyas manos se centra el poder político de aquel lugar.